El momento en que todo cambió by Douglas Kennedy

El momento en que todo cambió by Douglas Kennedy

autor:Douglas Kennedy [Kennedy, Douglas]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Realista, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2010-12-31T16:00:00+00:00


8

En cuanto Petra terminó su relato, me levanté y fui a estrecharla entre mis brazos. Pero su reacción a mi abrazo, a ese intento de consolarla, fue desconcertante. Estaba laxa, sin vida, como si esa historia terrible la hubiera vaciado por completo. Aunque parecía inanimada, la estreché con fuerza y le dije:

—Cuando viniste aquí por primera vez (la primera noche que pasamos juntos), me pediste que no te dejara marchar y yo te lo prometí. Pienso cumplir con mi promesa, y todavía más después de lo que me has contado.

—¿Lo dices de veras?

—Sabes que sí, como también sabes que no hay nada que no haría por ti, por nosotros.

—Nosotros —dijo pronunciando con cuidado la palabra, como si fuera ajena a ella o, peor aún, como si le estuviera prohibida—. No sabes cuánto lo deseo, pero…

—No acepto ningún pero. Lo que has vivido, lo que has padecido, habría destruido a la mayoría de la gente, pero no ha podido contigo. Ahora, juntos, tenemos una oportunidad real de ser felices, una oportunidad real de…

—Pero como ya te he dicho, ¿cómo voy a ser feliz si Johannes está con esa gente?

—Puedes tener otro hijo. Conmigo.

—Eso no me traerá a Johannes a este lado del Muro, ni pondrá fin a mi sensación de pérdida.

—Es cierto, pero hará que vuelvas a ser madre.

—Pero ¿tú realmente lo quieres, Thomas? Tú, que vives una existencia de vagabundo, que adoras viajar y recorrer el mundo… Seguro que no quieres cambiar pañales, ni quedarte quieto en un lugar durante una temporada…

—Quiero esto de ahora: tú, nosotros… Y también quiero un hijo contigo, sí.

—Por favor, no me lo digas solo para hacerme sentir mejor.

—Te lo digo porque lo siento. Y porque haré todo cuanto pueda para que Johannes vuelva contigo.

—Eres demasiado romántico, Thomas. Lo que me dijo Herr Ullmann hace un año era cierto: es imposible negociar con esa gente.

—Pero a ti te sacaron.

—Porque podían ofrecer algo a cambio: Klaus Mettel, un oficial de alto rango del Bundesnachrichtendienst, que resultó ser un topo de la Stasi. Era un pez tan gordo que los occidentales lo cambiaron por mí y por tres disidentes de Alemania Oriental. A mí solo me querían para que les revelara todo lo posible acerca de las técnicas de interrogación de Stenhammer, porque el coronel había arrancado confesiones a muchos de sus agentes. Yo pude darles información detallada sobre las estrategias que empleaba para quebrar a sus víctimas.

—Pero a ti no te quebró.

—No le dije nada que quisiera saber. Aun así, me quebró, lo mismo que a Judit.

—Pero ella te traicionó, te traicionó tremendamente.

—Recibí una carta suya hace cinco meses, una carta que sacó de contrabando un primo segundo suyo, profesor en Tubinga, que viajó al lado oriental y la visitó. Según me cuenta en la carta, Judit pasó solamente unas semanas en el hospital psiquiátrico, donde le administraron un tratamiento de electrochoques que la «neutralizó mentalmente», como ella misma dice. «Los sentimientos horrendos que albergué contra mí misma por haberte traicionado y haber traicionado nuestra amistad han sido neutralizados por el tratamiento.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.